probióticos y vitaminas: aliados naturales para una piel más sana y luminosa
La piel no es solo un “escudo externo”: es el órgano más grande del cuerpo y refleja de manera directa lo que ocurre en nuestro interior. Cuando el intestino está en desequilibrio, cuando faltan nutrientes clave o cuando el estrés oxida nuestras células, la piel lo manifiesta con granitos, rojeces, sequedad o envejecimiento prematuro.
La ciencia lo confirma: existe un eje intestino–piel que conecta nuestra microbiota intestinal con la salud cutánea (Frontiers in Microbiology, 2024). Y hay nutrientes específicos —probióticos, vitaminas y péptidos bioactivos como el colágeno— que han demostrado mejorar la hidratación, elasticidad, luminosidad y tolerancia cutánea.
En este artículo descubrirás cómo los probióticos para la piel y las vitaminas para la piel se han convertido en auténticos aliados naturales para conseguir resultados visibles y sostenibles.
¿Por qué la piel refleja el estado interno del cuerpo?
La piel es un espejo de lo que pasa en el interior. Cuando el organismo está inflamado, estresado u oxidado, la piel lo muestra de inmediato.
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Conexión intestino–piel: la microbiota intestinal produce metabolitos que regulan el sistema inmunológico. Cuando hay disbiosis (desequilibrio bacteriano), aumentan las citoquinas proinflamatorias y esto se traduce en rosácea, acné o eczema.
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Deficiencia de vitaminas: la falta de vitamina C, E o A afecta la síntesis de colágeno, la reparación de la piel y la defensa antioxidante.
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Estrés oxidativo: los radicales libres dañan las células cutáneas y aceleran arrugas, manchas y pérdida de firmeza.
Dicho en sencillo: si el interior está en equilibrio, la piel lo refleja con salud y luminosidad.
Probióticos: equilibrando la microbiota y reduciendo la inflamación
Los probióticos para la piel no actúan directamente en la superficie, sino en el intestino, donde reside el 70% del sistema inmunológico.
Probióticos: los aliados invisibles de tu piel
¿Qué es un probiótico?
Los probióticos son microorganismos vivos (principalmente bacterias “buenas”) que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, aportan beneficios concretos a la salud (Organización Mundial de la Salud, OMS).
En palabras simples: son bacterias “amigas” que conviven con nosotros y ayudan a mantener el equilibrio interno, especialmente en el intestino.
Mientras algunas bacterias pueden enfermarnos, los probióticos trabajan en sentido contrario: refuerzan defensas, regulan la inflamación y apoyan funciones esenciales del cuerpo.

El eje intestino–piel: la conexión clave
El intestino y la piel están conectados a través del llamado gut–skin axis (eje intestino–piel).
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En el intestino vive la microbiota intestinal: trillones de bacterias que influyen en la digestión, el metabolismo y la inmunidad.
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Cuando la microbiota está equilibrada, la piel lo refleja: menos inflamación, mejor hidratación y mayor tolerancia.
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Cuando hay disbiosis (desequilibrio, exceso de bacterias malas y déficit de las buenas): el cuerpo libera citoquinas proinflamatorias que viajan por la sangre y terminan dañando la piel.
Ejemplo: muchas personas con acné, rosácea o dermatitis atópica presentan alteraciones en su microbiota intestinal.
¿Cómo actúan los probióticos en el cuerpo?
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Equilibran la microbiota intestinal
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Repueblan el intestino con bacterias beneficiosas.
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Desplazan a bacterias dañinas que generan toxinas e inflamación.
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Refuerzan la barrera intestinal
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El intestino funciona como un “filtro”.
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Si está dañado (intestino permeable), pasan toxinas a la sangre que agravan la inflamación cutánea.
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Los probióticos refuerzan esta barrera, reduciendo la “fuga” de moléculas dañinas.
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Modulan la inmunidad
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Estimulan la producción de citoquinas antiinflamatorias.
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Reducen las citoquinas proinflamatorias responsables de enrojecimiento y brotes en la piel.
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Producen metabolitos beneficiosos
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Ácidos grasos de cadena corta (como butirato) → reducen inflamación.
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Vitaminas del grupo B y vitamina K → apoyan procesos de regeneración celular.
¿Por qué ayudan a mejorar la piel?
La acción de los probióticos sobre la piel se debe a una combinación de efectos:
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Menos inflamación sistémica → menos brotes de acné, rosácea y menos eccema.
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Mejor función barrera → la piel pierde menos agua (mejor hidratación) y se vuelve más tolerante.
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Regulación del sebo → algunas cepas influyen en la producción sebácea, evitando poros obstruidos.
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Mayor cicatrización → al equilibrar la microbiota y reducir la inflamación, las lesiones cutáneas cicatrizan más rápido.
Probióticos y piel: casos concretos
Acné: al modular la inflamación y la producción sebácea, los probióticos ayudan a reducir brotes y favorecen la reparación de cicatrices.
Rosácea: al fortalecer capilares y reducir la inflamación, los probióticos disminuyen el enrojecimiento y la sensación de ardor.
Dermatitis atópica: los probióticos mejoran la función barrera, lo que reduce la sequedad extrema y el picor.
Envejecimiento cutáneo: al disminuir el estrés oxidativo y reforzar la barrera, contribuyen a mantener una piel más elástica, luminosa e hidratada.
¿Por qué son tan efectivos?
Porque actúan en la raíz del problema: no se limitan a tapar síntomas, sino que reducen la inflamación que origina muchos problemas de piel.
Porque son seguros y naturales: no generan resistencia (como ocurre con algunos antibióticos) y pueden consumirse de forma prolongada.
Porque trabajan en sinergia con vitaminas y antioxidantes: mientras los probióticos equilibran la inmunidad y la inflamación, la vitamina C favorece la regeneración dérmica y la vitamina E protege del daño oxidativo; al sumarse minerales como el zinc y antioxidantes como la astaxantina o el extracto de uva, la piel recibe un apoyo completo en firmeza, elasticidad y luminosidad.
En Afrodite hemos integrado probióticos específicos, junto con vitaminas del grupo B, vitamina A, vitamina C, vitamina E, zinc, cobre, selenio y antioxidantes naturales como astaxantina, extracto de schisandra, uva y pino marítimo. Todo en fórmulas diseñadas para ofrecer una solución real: menos inflamación, mayor reparación cutánea y una piel visiblemente más luminosa.
Evidencia científica
En un ensayo clínico con Lactobacillus paracasei (NCC2461), voluntarios con piel sensible experimentaron menos enrojecimiento y mejor función barrera tras 8 semanas (Journal of Clinical Gastroenterology, 2016).
Estudios con Lactobacillus casei 327 mostraron mejoras en sequedad, descamación y luminosidad de la piel (Beneficial Microbes, 2019).
Revisiones recientes en JAAD apuntan a beneficios de probióticos en acné, rosácea y dermatitis atópica, gracias a la reducción de la inflamación sistémica.
En resumen: los probióticos son un pilar en los suplementos para la piel, especialmente en condiciones inflamatorias como el acné o la rosácea, y su eficacia aumenta cuando se combinan con antioxidantes y vitaminas clave.
Vitaminas clave para la piel
Las mejores vitaminas para la piel tienen funciones complementarias: antioxidantes, regenerativas y protectoras.
Vitamina C
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Función: antioxidante potente y cofactor esencial en la síntesis de colágeno endógeno (el que fabrica tu propio cuerpo).
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Beneficios:
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Refuerza capilares.
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Favorece la cicatrización y reparación de la piel.
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Aclara manchas y unifica el tono.
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Evidencia: estudios en Nutrients (2017) confirman que la suplementación aumenta el contenido dérmico de vitamina C y mejora la resistencia al eritema (enrojecimiento).
Vitamina C para la piel = luminosidad, firmeza y menos cicatrices.
Vitamina E
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Función: antioxidante liposoluble, protege las membranas celulares del daño oxidativo.
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Beneficios:
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Protege contra radicales libres generados por radiación UV.
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Refuerza la hidratación y elasticidad.
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Reduce la inflamación en piel sensible.
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Evidencia: ensayos clínicos demuestran que la combinación de vitamina E y C aumenta la tolerancia al sol y disminuye la oxidación cutánea (Linus Pauling Institute).
Cápsulas de vitamina E para la piel = protección y defensa antioxidante diaria.
Vitamina A (y sus derivados, como el retinol)
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Función: regula la renovación celular y la producción de sebo.
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Beneficios:
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Previene la obstrucción de poros.
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Favorece la cicatrización.
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Esencial en el tratamiento anti acné.
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Evidencia: el retinol (derivado de la vitamina A) es uno de los activos más estudiados para la regeneración cutánea (British Journal of Dermatology).
Vitamina A para la piel = menos granos, mejor textura y regeneración celular.
Vitaminas del grupo B
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La niacina (B3), riboflavina (B2), biotina y ácido pantoténico (B5) participan en la producción de energía celular, reducen brotes, mejoran la cicatrización y refuerzan la función barrera.
Vitaminas B = equilibrio del sebo, elasticidad y mayor resistencia frente al estrés oxidativo.
Antioxidantes y minerales esenciales
Además de las vitaminas clásicas, la ciencia ha demostrado que minerales como el zinc, el cobre y el selenio son fundamentales para la salud cutánea.
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Zinc: regula la actividad sebácea, tiene acción antibacteriana y favorece la síntesis de colágeno propio.
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Cobre: participa en la formación de elastina y colágeno, aportando firmeza.
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Selenio: potente antioxidante que protege del daño celular y de la inflamación crónica.
En paralelo, antioxidantes naturales como la astaxantina, los extractos de uva roja y blanca, la schisandra y el pino marítimo francés han demostrado mejorar elasticidad, fotoprotección y resistencia frente al envejecimiento cutáneo.
Afrodite integra todos estos activos en sinergia: probióticos, vitaminas, minerales y antioxidantes que trabajan juntos para lograr resultados visibles sin depender del colágeno hidrolizado como ingrediente aislado.
Tipos de suplementos y cómo elegir el adecuado según tu piel

Hoy en día hay una gran variedad de pastillas para la piel, cápsulas con vitaminas y fórmulas antioxidantes. Pero no todos funcionan igual, y lo más importante es elegir el producto que realmente se adapte a las necesidades de tu piel. Una persona con piel seca no necesita lo mismo que alguien con acné, y una piel madura no responde igual que una piel joven.
La clave está en conocer tu tipo de piel, entender qué nutrientes suelen faltarle y qué cápsulas naturales para la piel pueden aportar resultados visibles y sostenibles.
1. Suplementos para piel seca y deshidratada
La piel seca es aquella que produce menos sebo de lo normal. Se caracteriza por tirantez, descamación, picor y, en muchos casos, mayor sensibilidad. Aquí, el problema no es el exceso de grasa, sino una barrera cutánea debilitada que pierde agua con facilidad.
Los suplementos más recomendados son:
Vitaminas para la piel seca
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Vitamina E: al ser liposoluble, protege las membranas celulares y refuerza la hidratación.
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Vitamina C: mejora la síntesis de colágeno propio y aumenta la retención de agua en la dermis.
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Vitaminas del grupo B (niacina, biotina, riboflavina): contribuyen a la regeneración celular, elasticidad y reducción de la sequedad crónica.
Ácido hialurónico y ceramidas
En nutricosmética, el ácido hialurónico en combinación con ceramidas (como en Hidratada de Afrodite) ha demostrado mejorar la elasticidad y reducir la pérdida de agua transepidérmica (TEWL). Estudios en Nutrients (2023) confirman mejoras en hidratación en mujeres con piel seca después de 8–12 semanas de suplementación.
Aloe vera y melatonina
El aloe en polvo favorece la síntesis de colágeno y calma la piel sensible, mientras que la melatonina refuerza los procesos de reparación nocturna y ayuda a revertir el daño oxidativo acumulado.
Probióticos específicos
Refuerzan la barrera intestinal y reducen la inflamación que empeora la sequedad y la sensibilidad.
Para quienes buscan pastillas para hidratar la piel, lo más efectivo es una fórmula como Hidratada de Afrodite, que combina ácido hialurónico, ceramidas, aloe, melatonina y ashwagandha, además de vitaminas y antioxidantes clave, actuando desde las capas más profundas para lograr una piel más elástica, suave y protegida.
2. Suplementos para piel grasa y con acné
El acné es una de las condiciones más frecuentes y está directamente relacionado con la sobreproducción de sebo y la inflamación. Aquí, lo más importante es regular la producción sebácea y controlar la inflamación sin resecar la piel.
Los suplementos más recomendados son:
Vitamina A para la cara
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Regula la renovación celular y evita que los poros se tapen.
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Sus derivados (como el retinol) son tratamientos médicos de referencia contra el acné (British Journal of Dermatology).
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En nutricosmética, dosis seguras de vitamina A en cápsulas ayudan a mejorar textura y reducir brotes.
Zinc y selenio
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El zinc es un potente regulador de glándulas sebáceas y tiene acción antibacteriana contra Cutibacterium acnes.
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El selenio actúa como antioxidante y refuerza la regeneración celular.
Probióticos para la piel
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Mejoran el equilibrio intestinal y reducen las citoquinas inflamatorias que agravan los brotes.
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En estudios clínicos (JAAD, 2022), cepas como Lactobacillus rhamnosus y Bifidobacterium lactis redujeron la sensibilidad cutánea y la inflamación.
Vitaminas del grupo B y vitamina C
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La niacina (B3) y el ácido pantoténico (B5) son claves para reducir brotes y regular el sebo.
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La vitamina C favorece la cicatrización de lesiones de acné y ayuda a prevenir manchas postinflamatorias.
Para quienes buscan un tratamiento anti acné en cápsulas, lo más recomendable es Luminosa de Afrodite, que incluye vitamina A, zinc, probióticos, niacina y vitamina C, actuando en los tres frentes clave: regulación sebácea, reducción de la inflamación y reparación de la piel.
3. Suplementos para piel madura con arrugas y pérdida de firmeza
A partir de los 30–35 años, la producción natural de colágeno y elastina disminuye. Esto se traduce en arrugas, flacidez, pérdida de elasticidad y manchas. Aquí, el objetivo de la nutricosmética es frenar el daño oxidativo, estimular la producción de colágeno propio y mejorar la densidad dérmica.
Los suplementos más recomendados son:
Vitaminas antioxidantes (C + E + A)
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Potencian la síntesis de colágeno endógeno y refuerzan la defensa antioxidante.
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Juntas, aumentan la resistencia al sol, reducen la oxidación de lípidos y previenen el envejecimiento prematuro.
Astaxantina y polifenoles naturales
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La astaxantina es uno de los antioxidantes más potentes que existen, capaz de proteger frente al daño solar y mejorar la elasticidad.
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Los extractos de uva y de pino marítimo francés protegen contra radicales libres que aceleran el envejecimiento y mejoran hidratación y firmeza.
Zinc y cobre
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Refuerzan los procesos de síntesis de colágeno y elastina.
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Ayudan a mejorar la firmeza y reducir la flacidez asociada a la edad.
Probióticos
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Al modular la inflamación sistémica, refuerzan la tolerancia cutánea y optimizan la absorción de nutrientes.
Por eso, las pastillas antienvejecimiento para la piel más efectivas son fórmulas como Difuminada de Afrodite, que reúne vitamina C, vitamina E, betacaroteno (precursor de vitamina A), astaxantina, extracto de uva, pino marítimo, zinc y probióticos. Una combinación integral que no promete milagros, pero sí resultados clínicamente respaldados en elasticidad, hidratación y reducción de arrugas.
4. Suplementos para piel sensible y con rosácea
La rosácea es una condición inflamatoria donde los capilares y la barrera cutánea están comprometidos. Aquí, los suplementos no deben centrarse tanto en regular sebo como en reducir la inflamación, fortalecer capilares y mejorar la tolerancia cutánea.
Los suplementos más recomendados son:
Probióticos para la piel
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Refuerzan la barrera intestinal, reducen toxinas inflamatorias y calman la reactividad cutánea.
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Estudios (Journal of Clinical Gastroenterology, 2016) muestran reducción de enrojecimiento en 8 semanas con cepas específicas como Lactobacillus paracasei o Lactobacillus rhamnosus.
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En el caso de Luminosa de Afrodite, la combinación de seis cepas probióticas distintas (como L. acidophilus, L. plantarum y B. lactis) aporta un enfoque integral: no solo ayudan a modular inflamación, sino también a mejorar la salud general de la piel.
Vitaminas antioxidantes y protectoras
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Vitamina C: fortalece capilares, reduce eritema y favorece la síntesis de colágeno, lo que ayuda a que la piel resista mejor los cambios de temperatura y la radiación solar.
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Vitamina E: actúa como escudo lipídico contra radicales libres, mejorando elasticidad y reduciendo la inflamación en piel sensible.
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Betacaroteno (precursor de vitamina A): presente en Difuminada de Afrodite, apoya la función barrera y protege contra el daño oxidativo.
Extractos naturales de alto poder calmante
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El extracto de raíz de helecho (Polypodium leucotomos) y los polifenoles de uva incluidos en Difuminada han mostrado capacidad para modular la inflamación, mejorar la fotoprotección y reducir la reactividad cutánea.
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La astaxantina, presente tanto en Luminosa como en Difuminada, es un antioxidante excepcionalmente potente que calma la piel y la protege del daño solar y ambiental.
Activos hidratantes y reparadores
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Ingredientes como el ácido hialurónico y las ceramidas presentes en Hidratada de Afrodite contribuyen a reforzar la barrera cutánea, aumentar la retención de agua y reducir la tirantez, síntomas comunes en piel con rosácea.
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El aloe vera y la ashwagandha ayudan a calmar rojeces y regular el impacto del estrés en la piel, clave porque el estrés es un desencadenante frecuente de brotes.
Para quienes buscan vitaminas y suplementos para la piel del rostro con rosácea, lo más efectivo no es un único ingrediente aislado, sino una combinación de probióticos, antioxidantes potentes (C, E, astaxantina, uva, pino) y activos hidratantes (hialurónico + ceramidas), como los que Afrodite integra en sus tres fórmulas principales: Luminosa, Difuminada e Hidratada.
Cómo identificar tu suplemento ideal
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Si tu problema es piel seca → busca fórmulas con ácido hialurónico + ceramidas + vitamina E (como Hidratada).
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Si sufres de acné o piel grasa → lo ideal son cápsulas con vitamina A, zinc, probióticos y vitamina C (como Luminosa).
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Si tu prioridad son arrugas y flacidez → apuesta por fórmulas con vitamina C + E, betacaroteno y antioxidantes naturales como uva o astaxantina (como Difuminada).
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Si tienes rosácea o piel sensible → elige combinaciones con probióticos, vitamina C, astaxantina y extractos antioxidantes calmantes (presentes en Luminosa y Difuminada).

En resumen
No existe una sola “mejor vitamina para la piel”. La elección depende del tipo de piel y del problema a tratar.
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Vitaminas para piel seca → hidratación + antioxidantes (E, C, hialurónico, ceramidas).
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Vitaminas para piel con acné → regulación de sebo + cicatrización (A, zinc, probióticos, B3).
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Pastillas antienvejecimiento piel → antioxidantes + firmeza (C, E, betacaroteno, uva, astaxantina).
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Suplementos para piel sensible/rosácea → probióticos + antioxidantes calmantes + refuerzo barrera (C, E, helecho, uva, hialurónico).
En Afrodite reunimos estos activos en fórmulas integrales, para que no tengas que elegir entre unos y otros: probióticos, vitaminas, minerales y antioxidantes, todo en cápsulas diseñadas con respaldo científico y pensadas para cada necesidad específica de la piel.
Evidencia científica en acné, rosácea y envejecimiento
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Acné: probióticos y zinc reducen brotes; vitamina C y niacina favorecen cicatrización.
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Rosácea: probióticos modulan la inflamación; vitamina C y extractos antioxidantes fortalecen capilares y mejoran tolerancia cutánea.
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Envejecimiento: vitamina C + E + astaxantina y polifenoles de uva ralentizan la aparición de arrugas y mejoran elasticidad.
Los suplementos para la piel no sustituyen los tratamientos tópicos, sino que los potencian y aportan resultados más sostenibles.
Afrodite: fórmulas integrales con respaldo científico
En Afrodite reunimos lo mejor de la ciencia y la naturaleza en fórmulas que combinan:
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Probióticos específicos → equilibrio intestinal y menor inflamación cutánea.
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Vitaminas antioxidantes (C, E, betacaroteno, complejo B) → luminosidad, regeneración y protección.
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Activos premium (ácido hialurónico, ceramidas, astaxantina, extracto de uva y pino marítimo) → hidratación, firmeza y defensa frente al daño oxidativo.
Todo en cápsulas diarias fáciles de mantener, con dosis validadas por estudios clínicos, para que los resultados se noten en pocas semanas y se sostengan en el tiempo.
Consejos prácticos para integrarlos en tu vida diaria
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Tómalos siempre a la misma hora, idealmente junto a una comida.
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Combínalos con una rutina tópica adaptada a tu piel.
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Sé constante: los resultados suelen aparecer en 8–12 semanas.
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Refuérzalos con una dieta equilibrada y protección solar diaria.
Preguntas frecuentes sobre suplementos para la piel
La nutricosmética es una tendencia creciente y respaldada por la ciencia, pero también genera dudas. Aquí resolvemos las más comunes con base en estudios y evidencia clínica:
1. ¿Funcionan realmente las pastillas para la piel o es marketing?
La respuesta es sí, siempre que se trate de fórmulas con ingredientes clínicamente probados y en dosis efectivas.
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Si contienen dosis mínimas, no verás cambios reales.
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En cambio, cuando incluyen activos como probióticos, vitamina C, vitamina E, zinc, astaxantina, ácido hialurónico o colágeno hidrolizado, la evidencia demuestra mejoras en hidratación, elasticidad, reducción de arrugas y control de brotes de acné y rosácea (Nutrients, 2023; British Journal of Dermatology).
Lo esencial es elegir marcas transparentes como Afrodite, que detallan cepas probióticas, concentraciones y activos con respaldo científico.
2. ¿Cuáles son las mejores vitaminas para la piel?
Las mejores vitaminas dependen del objetivo:
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Vitamina C → aumenta colágeno, mejora cicatrización y reduce manchas.
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Vitamina E → protege el sebo de la oxidación y refuerza la barrera lipídica.
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Vitamina A (retinol y betacaroteno) → regula sebo, acelera renovación celular y mejora textura.
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Complejo B (B2, B3, B5, B6, biotina) → presente en Luminosa, regula producción de sebo, calma brotes y refuerza uñas y cabello.
No existe una única “mejor vitamina”, sino combinaciones adaptadas a tu piel y etapa de vida.
3. ¿Sirven las pastillas para hidratar la piel?
Sí. La hidratación profunda no solo depende de cremas, también de la barrera cutánea interna.
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El ácido hialurónico y las ceramidas de Hidratada retienen agua en la dermis, reduciendo arrugas y tirantez.
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La vitamina E actúa como escudo lipídico que evita la pérdida de humedad.
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Los probióticos reducen inflamación intestinal que favorece la sequedad crónica.
Para quienes sufren descamación o tirantez, las cápsulas de Afrodite diseñadas para hidratar son una de las opciones más efectivas.
4. ¿Cuál es la mejor vitamina para la piel seca?
La vitamina E es clave por su naturaleza liposoluble, ya que protege las membranas celulares y evita la pérdida de agua. En combinación con vitamina C, ácido hialurónico y ceramidas, los resultados son más rápidos.
En mujeres en menopausia, donde la sequedad aumenta por la caída de estrógenos, fórmulas como Hidratada de Afrodite aportan mejoras visibles en elasticidad y firmeza en pocas semanas.
5. ¿Qué diferencia hay entre cápsulas de colágeno y cremas con colágeno?
El colágeno tópico tiene un efecto hidratante superficial, pero no penetra en la dermis. En cambio, el colágeno hidrolizado en cápsulas (presente en algunos suplementos del mercado) aporta péptidos bioactivos que se absorben en sangre y estimulan la producción natural de colágeno desde dentro.
En el caso de Afrodite, nuestras fórmulas no incluyen colágeno hidrolizado directamente, sino que aportan los cofactores necesarios para que tu piel lo produzca de manera natural:
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Vitamina C → cofactor esencial en la síntesis de colágeno.
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Zinc y cobre → minerales que activan enzimas relacionadas con su formación.
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Betacaroteno y antioxidantes → protegen las fibras de colágeno del daño oxidativo.
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Ácido hialurónico y ceramidas (en Hidratada) → refuerzan la matriz dérmica y retención de agua, potenciando la firmeza.
En resumen: mientras las cremas de colágeno actúan solo en la superficie, las cápsulas de Afrodite trabajan desde dentro para favorecer que tu propio cuerpo produzca colágeno de forma más estable y duradera.
6. ¿Qué son las pastillas antienvejecimiento para la piel?
Son suplementos diseñados para retrasar la aparición de arrugas y la pérdida de elasticidad. Normalmente incluyen antioxidantes, vitaminas y minerales que actúan contra el daño oxidativo y apoyan la regeneración celular.
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Vitamina C y E → antioxidantes que frenan el daño de los radicales libres.
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Polifenoles naturales (uva, granada, pino marítimo, schisandra, té verde) → refuerzo antioxidante con evidencia científica.
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Zinc, cobre y selenio → minerales que participan en la síntesis de colágeno y protegen las fibras dérmicas del estrés oxidativo.
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Astaxantina y betacaroteno → antioxidantes potentes que mejoran elasticidad e hidratación.
En Afrodite, fórmulas como Difuminada e Hidratada cumplen este rol antienvejecimiento, aportando una combinación sinérgica de antioxidantes, vitaminas y activos que favorecen firmeza, luminosidad y defensa celular.
7. ¿Puedo tomar pastillas para la piel y a la vez usar cremas?
No solo puedes, sino que es lo ideal. Los suplementos no sustituyen la cosmética tópica, sino que la potencian.
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Suplementos Afrodite → trabajan desde dentro, equilibrando inflamación, reforzando capilares, mejorando la hidratación profunda y aportando nutrientes que estimulan la reparación cutánea.
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Cremas tópicas → hidratan la superficie, protegen frente al sol y la contaminación, y alivian la tirantez inmediata.
El mejor plan de cuidado es integrar ambos enfoques: nutricosmética + cosmética tópica = resultados más completos y sostenibles.
8. ¿Las pastillas para la piel engordan?
No. Los suplementos de Afrodite no son grasas ni carbohidratos, sino combinaciones de probióticos, vitaminas, minerales y antioxidantes en dosis precisas. Ninguno de estos ingredientes aporta calorías significativas.
Es un mito frecuente: las cápsulas para la piel no engordan. Al contrario, pueden mejorar la salud intestinal y reducir procesos inflamatorios que muchas veces afectan metabolismo y piel.
9. ¿Cuánto tiempo hay que tomar suplementos para ver resultados?
La mayoría de ensayos clínicos y la experiencia en nutricosmética muestran que los resultados aparecen entre las 8 y 12 semanas de uso constante:
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Con vitaminas antioxidantes (C, E, A) → mejoras en luminosidad, cicatrización y uniformidad del tono desde las 6–8 semanas.
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Con probióticos específicos → reducción de rojeces, sensibilidad y brotes visibles en 8–12 semanas.
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Con minerales como zinc y cobre → apoyo en cicatrización y regulación sebácea en pocas semanas.
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Con ácido hialurónico y ceramidas (Hidratada) → aumento de elasticidad e hidratación a partir de las 8 semanas.
La clave es la constancia: cuanto más tiempo se mantienen, más se consolidan los cambios en la piel.
10. ¿Son seguras las cápsulas naturales para la piel?
Sí, siempre que cumplan tres condiciones:
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Ingredientes con respaldo científico (no mezclas exóticas sin estudios).
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Dosis seguras y efectivas (ni excesos que puedan ser tóxicos, ni dosis simbólicas de marketing).
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Fabricación bajo protocolos de calidad y certificación.
Afrodite garantiza estos tres puntos: nuestras fórmulas contienen probióticos, vitamina C, vitamina E, betacaroteno, minerales antioxidantes y activos vegetales en concentraciones validadas por literatura científica.
11. ¿Sirven las vitaminas para la piel y el cabello en una sola fórmula?
Sí. Muchas de las vitaminas y minerales que necesita la piel también benefician al cabello y las uñas:
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Biotina y vitaminas del grupo B → crecimiento capilar y uñas más fuertes.
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Zinc → regula el sebo tanto en piel como en folículos, evitando caída por exceso de grasa.
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Vitamina C → estimula colágeno, lo que aporta firmeza a la piel y fortalece cabello y uñas.
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Antioxidantes (uva, schisandra, astaxantina) → protegen frente al daño ambiental que afecta tanto la piel como la fibra capilar.
Por eso, fórmulas integrales como Luminosa no solo ayudan a la piel, sino que también favorecen cabello y uñas al mismo tiempo.
12. ¿Cuál es la mejor vitamina para la piel de la cara en mujeres?
Depende de la etapa de la vida y de la necesidad principal:
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En mujeres jóvenes → vitamina A y zinc para prevenir brotes y regular el sebo.
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En mujeres de 30–40 años → vitamina C + antioxidantes para mantener luminosidad, firmeza y prevenir primeras arrugas.
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En menopausia → vitamina E + antioxidantes + activos hidratantes como ácido hialurónico y ceramidas, para combatir sequedad y pérdida de elasticidad.
En resumen: no existe una única “mejor vitamina”, sino combinaciones adaptadas a cada momento vital. Y allí está la propuesta de Afrodite: ofrecer fórmulas específicas con nutrientes que se ajustan a distintos tipos de piel y etapas de la vida.
Conclusión
La ciencia es clara: los probióticos para la piel, las vitaminas antioxidantes y los minerales esenciales son aliados naturales y efectivos para lograr una piel más sana, luminosa y resistente.
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Vitamina C: estimula la cicatrización, fortalece capilares y potencia la luminosidad.
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Vitamina E: defensa antioxidante frente al daño ambiental y solar.
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Vitamina A y complejo B: renovación celular, elasticidad y regulación sebácea.
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Probióticos: equilibrio intestino–piel y reducción de la inflamación sistémica.
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Zinc, cobre y selenio: apoyo en síntesis de colágeno y protección frente al estrés oxidativo.
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Activos naturales (schisandra, astaxantina, extractos de uva, pino, aloe vera, ashwagandha): antioxidantes, hidratantes y calmantes que refuerzan la tolerancia cutánea.
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Ácido hialurónico y ceramidas (en Hidratada): hidratación profunda, elasticidad y refuerzo de la barrera cutánea.
Con Afrodite accedes a fórmulas integrales y respaldadas por la ciencia, diseñadas para apoyar la salud de la piel desde dentro, con resultados visibles en pocas semanas y sostenibles en el tiempo.